lunes, 19 de diciembre de 2011

Más vale tarde que nunca (II): "Juanito y Sofi: mi gran boda griega"

Como dije en el post dedicado a la miniserie "Felipe y Letizia", voy a hablarles ahora de otra miniserie con la que comparé la comedia de los príncipes. Poco después de que Telecinco emitiese la comedia dedicada a los príncipes, fue televisada en Antena 3 una miniserie de dos capítulos que llevaba por título “Sofía” y que, supuestamente, iba sobre la vida de la reina actual. Esto no es exactamente cierto, ya que la reina nace en 1938 y el primer capítulo comienza en 1961, cuando los padres de Sofi invitan a Juanito y a su familia a pasar el verano en Grecia. Por entonces, Juanito y Sofi ya se conocían porque habían coincidido en algunos eventos pero no eran novios, aunque nos hacen ver como que ya había algo. El primer capítulo, por tanto, transcurre desde ese momento hasta que Juanito y Sofi se casan, lo cual nos es mostrado con imágenes de archivo, como en “Felipe y Letizia”.


 Mientras la primera parte de la serie se ocupa de narrar el noviazgo y la boda, la segunda se ventila más de 10 años en poco más de una hora, ya que transcurre desde que vuelven del viaje de novios hasta que Juanito se convierte en rey, por lo que resulta algo desconcertante, sobre todo teniendo en cuenta que se dejan algunas cosas. Un claro ejemplo de ello es que aparece el nacimiento (y bautizo) de Elena, pero no los de sus hermanos, lo que me parece un craso error, por lo menos podían haber sacado el de Felipe y su bautizo, durante el cual la infanta Cristina se dedicó a enredar con las borlas del fajín de Franco.

Pasemos ahora a hablar de los personajes. En primer lugar hemos de preguntarnos por qué la serie lleva por título “Sofía” si no sólo se centra en la reina. Pero la vida de Sofi debía ser tan sosa y aburrida que hay que recurrir a la de Juanito para llenar la serie, y así de paso abordan temas de índole histórica y nos sacan a Franco y sus secuaces. Sí que es cierto que la serie parece hecha desde un punto de vista enfocado hacia Sofi o desde Sofi, prueba de ello es una escena que tiene lugar en el segundo capítulo, cuando está de merienda-cena en casa de los suegros con Juanito y con unos señores para comunicarles que Franco podría escoger a Juanito como su sucesor. Se trata de una escena de tensión donde Juanjo Puigcorbé acapara toda la atención. Tras una especie de discusión con Juanito, se retiran a un despacho a continuar departiendo, quedándose Sofía y su suegra solas en el comedor. Y en lugar de sacarnos la acalorada discusión que en esos momentos debían estar teniendo los Juanes en el despacho, nos tenemos que conformar con la conversación de las mujeres, que seguramente no es tan interesante como la que estaban manteniendo sus maridos en ese mismo momento, pero nos dejan ver la preocupación de Sofi ante tal situación. Otra manifestación del enfoque hacia el personaje de Sofía es el hecho de dar más importancia a la familia de Sofi que a la de Juan, con la notable excepción de su padre, interpretado por el ínclito Juanjo Puigcorbé, que tiene un papel bastante destacado con el que llega a eclipsar a todo el elenco. Pero antes de hablar de sus familias, pasemos a introducir a los protagonistas, que ejercen de jóvenes pavisosos y enamorados cuyas diferencias se traducen en obstáculos que deben vencer para sellar su amor a través de la sagrada unión en matrimonio.


Terrible foto del elenco principal en la que apenas podemos apreciar que Juanjo Puigcorbé lleva unos zapatos de rejilla a los que nada tienen que envidiar los que lleva su consuegro en la ficción.


Sofía es la hija mayor, formal y responsable de unos empalagosos reyes de Grecia, que son un señor calvo llamado Pablo (el calvo de “Ana y los 7”) y una señora alemana con peluca llamada Frederika. Aunque Sofi pudiera parecer un pan sin sal, sosa y empollona, podemos verla en esta serie fumando como un cosaco, lo cual nos hace recordar aquella cita famosa que dice así “Si fuma, chupa”.

Juanito es el hijo de los reyes de España en el exilio, que son unos señores llamados como los protagonistas de las frases que los maestros y profesores de lengua nos ponían de ejemplo en la escuela (Juan y María... ¡sólo falta Pedro!), que por entonces apenas se conocían en España y no se hacían llamar reyes de España sino condes de Barcelona, que, para el caso, es lo mismo. En España quien reinaba era un señor de bigote que hablaba inglés de forma peculiar (y no estoy hablando de Aznar), que tampoco se hacía llamar “rey”, pero que bien podría equipararse con un rey absoluto o un emperador, que es lo que quería ser, y que les había cogido manía a los reyes, pero, sin embargo, había permitido que su hijo y heredero Juanito se educase en España. Juanito era un joven alocado, simpático y, seguramente, follador, pero en la serie esta imagen queda oculta por lo ñoño que resulta en su enamoramiento griego.

Ciertamente, la serie se caracteriza por su ñoñería y sus elevadas dosis de azúcar, que no sólo se hace patente en los novios, sino que contagia también a la familia real griega, con la excepción, quizá, de “Tino”, el hermano menor de Sofi, que representa de forma fidedigna el papel de joven príncipe heredero despreocupado, vividor y follador, tal y como se muestra en una escena al comienzo de la serie, en la que aparece en un pasillo y sus padres se extrañan de que se haya levantado tan temprano, llegando a insinuar que era más probable el hecho de que Tino no se hubiera acostado todavía. El tal Tino es interpretado por uno de los chicos que salían en “el Internado”, uno guapo que luego salió en “Gran Reserva” y que ahora protagoniza la serie de Antena 3 "Gran Hotel" junto a la princesa Letizia.

Sofía además tiene una hermana menor, Irene, que ejerce de confidente de Sofi, toca el piano y gusta de platicar con el servicio. Los padres de estas criaturas, Pablo y Fede, son muy ñoños y al principio no hacen más que poner pegas al matrimonio entre Juanito y Sofi porque Juan es católico y por que desconocen si llegará a reinar algún día. El resto del tiempo se muestran bastante empalagosos, tanto entre ellos dos, como con el resto de la familia e incluso con el servicio. Suelen hablar de lo mucho que se quieren y moñeces por el estilo que provocan ganas de vomitar algodón de azúcar.

Por el contrario, la familia de Juanito sale menos y se le da menos importancia, con la excepción, como ya hemos dicho, del padre, un rey sin reino, según Juanjo Puigcorbé, que se pasa casi todo el tiempo enfadado, discutiendo con su hijo o poniendo de vuelta y media a Franco. Este personaje resulta bastante creíble especialmente después de la bronca de Puigcorbé con Paula Prendes, de modo que a veces parece que esté cargando contra la Sexta y Globomedia en vez de contra Franco. Al dictadorzuelo lo llama “zorro” y cosas por el estilo, lo cual es un ejemplo de la sosez y la corrección de esta serie, ya que resulta más creíble pensar en un Juan III calificando a Franco con palabras como cabrón o hijo de puta. Qué le vamos a hacer, Antena 3 es “asín”. Después nos encontramos con la madre de Juanito, que nos es mostrada como una señora bastante normal que no se mete en los fregaos de su marido y que sabe que éste no va a reinar nunca, pero no le dice nada porque así eñ hombre se entretiene o algo así. También aparece la abuela paterna de Juanito, es decir, la reina Victoria, viuda de Alfonso XIII, que sale poco, pero interviene en los preparativos de la boda. Tenemos además a las hermanas de Juanito, pero solo para hacer bulto, porque no intervienen prácticamente, y, como curiosidad, suelen ir vestidas iguales, a pesar de ser ya mozas en edad de merecer. Otro familiar de Juan que sale, aunque muy poco, es Alfonso (el príncipe maldito de Telecinco, pero con otro actor), que aparece en una escena en la que sale tirándole los tejos de forma lamentable a la nieta mayor de Franco, Carmencita.


He aquí otra foto del elenco. En la anterior, Pablo nos deleitó con unos horribles zapatos bicolores. Esta vez es su mujer quien nos sorprende luciendo unas botas tan anacrónicas como el Magnum Gold de "Felipe y Letizia".


El entorno de Franco tiene también su representación, encabezada, obviamente, por el propio Franco y con la presencia de personajes como Carrero (¿qué haces en el alero?), Carmen Polo (la Franca) o el yernísimo, interpretado nada menos que por el actor que presentaba “La noche de los castillos”. A Franco normalmente lo sacan en su despacho, despachando a alguien, cazando venados o con sus secuaces reunidos en una sala grande. Estas escenas de reunión me recuerdan a las de la serie “Holocausto”, no sólo por las similitudes estéticas o de situación, sino porque no conseguía distinguir e identificar a los jerarcas nazis, salvo a Eichmann, por su cabello felino, y aquí me sucede lo mismo con los secuaces de Franco, ya que al único que consigo distinguir es a Carrero, por sus cejas de 2x2.
Yo me quedaría fundamentalmente con dos momentos del dictadorzuelo. El primero es cuando nos muestran una imagen, paralela a la gran boda griega, en la que vemos a los Franco en la salita viendo la boda por televisión. Mientras la Franca y su hija Carmencita comentan los detalles del enlace, podemos ver a Franco, en un sillón y con una bata de cuadros, contemplando la televisión más serio que un plato de habas, como si intentase buscar algún fallo cometido por quienes se habían encargado de censurar ciertos detalles de la boda, y no nos referimos a eliminar las imágenes en las que parece que la novia le practica una felación al novio, como en la boda de William y Kate, sino a eliminar con medios técnicos la presencia nada menos que de los padres del novio. ¡Con dos cojones! El segundo momentazo de Franco es cuando Juanito y Sofi van a ver a los Francos después del viaje de novios (y sin pasar antes por Estoril, con lo que ya tenemos a Puigcorbé con un cabreo del "koppon"). El caso es que los Francos invitan a comer a los recién casados y, durante la comida, están de conversación, obviamente, pero Franco casi no habla y se limita a mirar en derredor mientras come. Y quienes llevan la voz cantante son la Franca y el yernísimo, que le tiene manía a Juanito, o eso nos hace ver Juanito.

Con respecto a Franco, me llama poderosamente la atención el hecho de que sus más allegados le llaman “Paco”. ¿Y por qué sale Franco y compañía? Se preguntarán algunos. Y aquí es donde entra el trasfondo histórico del que hablaba antes. Franco busca un sucesor y Juanito podría serlo, ya que a Franco le cae simpático, pero ello provoca tensiones entre Juanito y su padre. Con ello se explica también la presencia del primo Alfonso, que también pudo haber sido el sucesor de Franco, sobre todo tras casarse con su nieta Carmencita. Nada que no sepamos ya. Otra cosa relacionada con Franquito y que a nadie se le pasó por alto es el contraste existente entre las escenas de Juanito y Sofi y las de “Paco”, que salen siempre con música fúnebre y ambiente obscuro, como si quisieran hacer del palacio de El Pardo el castillo de Drácula. Ello contrasta con un estilo muy “casa de la pradera” que se evidencia en escenas como las de los jóvenes príncipes en bici, a lo “Verano Azul”, las de Pablo y Fede declarándose su amor a cada momento o una innecesaria escena en la que los reyes de Grecia y sus invitados reclaman al servicio para ofrecerles sus cumplidos por haberles dado tan bien de comer. Inexplicable, porque, ciertamente, la serie comienza con una escena en las cocinas con la servidumbre cotilleando sobre los novios, que más adelante se repetirá. ¿Era necesario? No.

 

Como escenas peculiares y/o de vergüenza ajena me gustaría destacar varias, como hice con la serie de los príncipes.

- Juanito llama a Sofi por teléfono y cuando ella contesta, él le dice “Hola princesa, soy tu príncipe azul”.

- Juanito y Sofi están con sus respectivas familias comiendo en un restorán, cuando de repente, Juanito se levanta y dice “Sofi, cógelo” y le lanza una cajica por encima de la mesa (por que los habían sentado a uno en una punta, a quién se le ocurre…) y le dice “¿Nos casamos o qué?”. Lo peor de todo es que esto sucedió así en verdad.

- Juanito y Sofi, hablando por teléfono, muestran preocupación ante la idea de no poder casarse y Juanito le dice “Pues nos vamos a vivir a las Vegas”. ¡Con dos cojones!

- Una vez instalados en la Zarzuela, vemos a Sofi cambiando la decoración horrible que habían puesto, con cabezas de venado y todo, tras la cual se podría advertir que estaba la mano ejecutora de Carmen Polo.

- Juanito y Sofi van en el coche y se tienen que parar en el arcén porque Sofi se halla indispuesta y termina “gomitando” en un ribazo. No sabemos si con ello querían dar a entender que se había mareado o que estaba preñada, pero me decanto por lo segundo, pues la siguiente escena ya es la del nacimiento de Elena.


A veces la realidad supera a la ficción (foto original)

Por último, recordaremos los mejores momentos de Juanjo Puigcorbé, que, aunque el personaje no sea tan cómico como en “Felipe y Letizia”, hace mucha gracia, sobre todo tras su reciente brote conspiranoico.


- En una de las primeras escenas de la serie, se encuentra con Pablo, que le ofrece una bebida espirituosa “¿Con hielo?”, a lo que Puigcorbé responde “No, por Dios”, que suena como si en realidad quisiera decir “Sin mariconadas, por favor”.

- Cuando Juanito le expone que tiene que consultar lo de su boda griega con Franco porque así lo ha de hacer el aspirante a la corona, su padre se rebota y exclama “¡Tú no eres el aspirante a la corona!”.

- “Juanito, Franco te utiliza contra mí” (Enfadado, porque Juanito había ido primero a ver a Franco y luego a él después del viaje de novios).

- Cuando Juanito y Sofi vuelven de dicho viaje, y después de comer con los Francos, se dirigen a Estoril (Portugal) a ver a los padres de él. La madre sale a recibirles a la puerta, pero no hay rastro del padre hasta que entran dentro, momento en que aparece Puigcorbé bajando las escaleras como si fuera una vedette.

Podemos ver también su lado más campechano en una escena en la que le dice al padre de Sofi “Pablo, dame un abrazo, que vamos a ser familia”.

- Comiendo con Juanito y Sofi, con el modo gracioso ON, se pone a contar una famosa anécdota que es verídica. Cuando nació Juanito, que se adelantó un mes, Juan estaba de viaje y cuando llegó, su padre, Alfonso XIII, le quiso gastar una broma y cogió al hijo recién nacido de una china y lo hizo pasar por su nieto. Después de contar esta anécdota, los padres de Juanito se ponen a contar lo feo que era su hijo cuando nació, cosa que también es verídica.


"Juanito, Globomedia te utiliza contra mí"


 El inefable Puigcorbé/Juan III nos hace una muestra de sus diferentes estados de ánimo en el bautizo de la infanta Elena. Primero nos lo sacan llegando en el coche, con una cara que se supone que es de afligido, mientras contempla el paisaje, ya que es la primera vez que le dejan entrar en España y nos quieren mostrar la emotividad del momento. Luego, en pleno bautizo, le vemos lanzar una mirada de odio hacia Franco que, cómo no, también estaba presente en el sarao. Ya en el ágape posterior, lo podemos ver, con el modo gañán ON, hablando con Juanito, le anima a ir ahora a por el chico y añade “Para estas cosas no se descansa”. ¡Con dos cojones!

 

Finalizo con el enlace a la ficha técnica de IMDB, donde ponen los nombres de los personajes, entre los que se encuentran seguramente algunos de los secuaces de Franco de los que hablaba anteriormente. De la misma manera, os invito a clicar sobre el nombre del actor que hace de primo Alfonso, y donde pone su filmografía bajad hasta casi abajo del todo, hasta donde pone “Farmacia de Guardia”, os llevaréis una grata sorpresa. http://www.imdb.com/title/tt1602798/

¿LO MEJOR DE ESTA SERIE?: Sin duda Juanjo Puigcorbé, que está enfadado todo el tiempo.
¿LO PEOR?: Lo empalagosos y sosainas que son los personajes. Igual les hubiera ido mejor si hubiera hecho la miniserie en plan Telecirco, con imitaciones chanantes y escenas más absurdas todavía.

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